Lo más grave es que
la violencia contra las mujeres y las niñas persiste sin disminución en todos
los continentes, todos los países y todas las culturas, con efectos
devastadores en la vida de las mujeres, sus familias y toda la sociedad. La
mayor parte de las sociedades prohíben esa violencia, pero en la realidad
frecuentemente se encubre o se tolera tácitamente.
– Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
– Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas
Mensaje
del Secretario General
25
de noviembre de 2008
En todo el mundo, en
los países ricos y pobres, las mujeres son víctimas de maltrato físico, trata
de personas, violación y asesinato. Esas violaciones de los derechos humanos no
sólo dañan a individuos, sino que además socavan el desarrollo, la paz y la
seguridad de sociedades íntegras.
Las mujeres de todas
partes están expuestas a riesgo, pero la amenaza es aún más grave para las que
viven en sociedades sumidas en situaciones de conflicto armado. A medida que
los conflictos se han vuelto más complejos, las pautas de la violencia sexual
han cambiado. Las mujeres ya no sólo corren peligro durante los combates
propiamente dichos; es igualmente probable que durante las treguas sean
víctimas de las agresiones de miembros del ejército, las milicias, los
rebeldes, las bandas de delincuentes o incluso la policía.
No conocemos el
verdadero número de las víctimas, pero sabemos que hay muchos más casos de los
que nunca se han denunciado, y muchas menos detenciones de las que
correspondería. En muchísimos lugares la violación todavía acarrea un estigma
que disuade a las mujeres de acudir a los tribunales que deberían existir para
protegerlas. En algunos países, las mujeres son víctimas de brutalidad por
partida doble; en primer lugar, durante la comisión del propio delito, y luego,
a través del sistema judicial, en que se les pueden imputar falsos cargos de
“adulterio”, con la posibilidad de castigo ulterior.
Aun cuando se
identifique a los autores, éstos con frecuencia quedan impunes, especialmente
si trabajan en la policía o el ejército. A veces, estos delitos son
particularmente espantosos. En la conmocionada provincia de Kivu del Norte, en
la República Democrática del Congo, en que todos los meses se denuncian unos
350 casos de violación, a veces las víctimas también son sometidas a mutilación
genital.
Aún más inquietante es
la edad de muchas de las víctimas. En algunas zonas de Haití en que reina la
violencia, el 50% de las mujeres jóvenes han sido violadas o agredidas
sexualmente. De las pocas víctimas valientes que acuden a la justicia, una de
cada tres es menor de 13 años. Durante un mes particularmente violento a
principios del año en curso en Liberia, la mayoría de las violaciones
denunciadas se perpetraron contra niñas menores de 12 años, y algunas de ellas
ni siquiera tenían 5 años.
Estos ejemplos
proceden de países en que las Naciones Unidas tienen una presencia a través de
operaciones de mantenimiento de la paz. Gracias a la innovadora resolución
1820, aprobada por el Consejo de Seguridad en junio, actualmente se reconoce la
relación entre el uso de la violencia sexual como táctica de guerra y la paz y
la seguridad internacionales. Según la resolución, las misiones de
mantenimiento de la paz, en particular aquellas cuyo mandato consiste en
proteger civiles, deben ahora incluir la protección de la mujer y los niños de
toda forma de violencia cada vez que presentan informes sobre las situaciones
de conflicto. En la resolución 1820 también se pide una intensificación de los
esfuerzos para aplicar la política esencial de tolerancia cero de la
explotación sexual por parte del personal de las Naciones Unidas, y se insta a
los países que aportan contingentes y fuerzas de policía a que garanticen una
rendición de cuentas cabal de los casos de ese tipo de conducta.
La aprobación de la
resolución 1820 forma parte de la creciente tendencia global a abordar ese
flagelo. El Foro para la lucha contra la trata de seres humanos, celebrado en
Viena, el pasado mes de febrero, y el liderazgo constante que asume la Asamblea
General, son otros signos del impulso que ha cobrado el tema en la escena
internacional.
En el plano internacional, cada vez es mayor el número de países que cumplen sus obligaciones de proteger a la mujer a través de una legislación exhaustiva, mejores servicios a las víctimas, asociaciones más sólidas y más esfuerzos para que hombres y niños participen en la solución del problema.
En el plano internacional, cada vez es mayor el número de países que cumplen sus obligaciones de proteger a la mujer a través de una legislación exhaustiva, mejores servicios a las víctimas, asociaciones más sólidas y más esfuerzos para que hombres y niños participen en la solución del problema.
Este avance es
satisfactorio, pero todavía quedan muchos problemas por resolver. Necesitamos
esforzarnos más para hacer cumplir las leyes y luchar contra la impunidad.
Debemos combatir las actitudes y comportamientos que condonan, toleran,
disculpan o pasan por alto la violencia contra la mujer. Y también necesitamos
aumentar la financiación para los servicios que se prestan a las víctimas y
sobrevivientes.
Estoy decidido a
consolidar esos esfuerzos, entre otras cosas, a través de mi campaña mundial
“Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres”, que apunta a
sensibilizar al público, generar una mayor voluntad política y aumentar los
recursos y promover un entorno propicio para que se cumplan los compromisos de
política vigentes.
Todos nosotros,
hombres y mujeres, soldados y agentes de mantenimiento de la paz, ciudadanos y
dirigentes, tenemos la responsabilidad de contribuir a poner fin a la violencia
contra las mujeres. Los Estados deben cumplir sus compromisos de prevenir la violencia,
enjuiciar a los autores y ofrecer reparación a las víctimas. Y cada uno de
nosotros debe transmitir este mensaje en nuestras familias, en nuestros lugares
de trabajo y en nuestras comunidades, a fin de que cesen de una vez los actos
de violencia contra la mujer.
¿CUÁN EXTENDIDA ESTÁ
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER?
- La forma más común de violencia que sufren las
mujeres es la violencia física infligida por la pareja. Por termino medio.
Al menos una de cada tres mujeres ha sido golpeada, forzada a mantener
relaciones sexuales, o sufrido otro tipo de malos tratos a manos de su
pareja a lo largo de su vida.
- Las mujeres entre 15 y 44 años de edad corren
mayor riesgo de ser violadas o maltratadas en casa que de sufrir cáncer,
accidentes de vehículos, guerra y malaria, según estadísticas del Banco
Mundial.
- Varias encuestas mundiales sugieren que la mitad
de todas las mujeres víctimas de homicidio son asesinadas por sus esposos
o parejas, actuales o anteriores. En Australia, Canadá, Israel, Sudáfrica
y los Estados Unidos, del 40 al 70% de las mujeres víctimas de asesinato
fueron asesinadas por sus parejas, según la Organización Mundial de la
Salud (OMS). En Colombia, según se informa, una mujer es asesinada por su
pareja o ex pareja cada seis días. Cientos de mujeres fueron raptadas,
violadas y asesinadas en Ciudad Juárez, México, y sus alrededores, en un
período de 10 años.
- Se calcula que a nivel mundial, una de cada cinco
mujeres se convertirá en víctima de violación o intento de violación en el
transcurso de su vida.
- La violencia contra la mujer durante o después de
los conflictos armados se ha reportado en cada zona de guerra
internacional o local. Entre 250.000 y 500.000 mujeres fueron violadas
durante el genocidio de 1994 de Rwanda; y entre 20.000 y 50.000 mujeres
fueron violadas durante el conflicto de Bosnia, a principios de la década
de 1990.
¿POR QUÉ Y CÓMO OCURRE
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER?
- La violencia contra la mujer no se limita a una
cultura, región o país, ni a ciertos grupos de mujeres dentro de la
sociedad. La causa fundamental de la violencia contra la mujer radica
históricamente en las relaciones del poder desigual entre mujeres y
hombres y en la discriminación persistente contra la mujer.
- La violación se usa desde hace tiempo como un
arma de guerra. Mujeres de todas las edades, desde infantes hasta abuelas,
han sido sistemáticamente sometidas a violentos abusos sexuales en manos
de fuerzas rebeldes o militares.
- El asesinato por causa de la dote es una práctica
brutal donde la mujer es asesinada por su esposo o sus parientes políticos
debido a que su familia no cumple con las exigencias de la dote, que es un
pago realizado al momento del matrimonio como regalo a la nueva familia.
Aunque las dotes o pagos similares prevalecen a nivel mundial, los
asesinatos por dote ocurren especialmente en Asia meridional.
- La práctica del matrimonio a temprana edad es
común a nivel mundial, particularmente en África y Asia meridional. Esta
es una forma de violencia sexual, debido a que las jóvenes con frecuencia
son obligadas a contraer matrimonio y a tener relaciones sexuales, con los
consiguientes peligros para la salud, como la vulnerabilidad al VIH/SIDA,
limitando, por otra parte, su asistencia a la escuela.
- Se calcula que entre 500.000 y 2 millones de
personas, la mayoría de ellas mujeres y niños, víctimas de la trata de
seres humanos se exponen cada año a situaciones como la prostitución,
trabajos forzados, esclavitud o servidumbre.
- La mutilación genital femenina se refiere a
varios tipos de operaciones, profundamente arraigadas en la tradición,
realizadas a mujeres y niñas. Se calcula que más de 130 millones de niñas
y mujeres actualmente vivas han sufrido este tipo de mutilación,
principalmente en África y algunos países del Medio Oriente, en tanto que
2 millones de niñas al año están en riesgo de padecer esta operación. En
abril de 2006, 15 de 28 estados africanos donde prevalece la mutilación
genital habían tipificado esta práctica como delito conforme al derecho
penal.
- En muchas sociedades, las víctimas de la
violación, las mujeres sospechosas de practicar el sexo prematrimonial y
las mujeres acusadas de adulterio han sido asesinadas por sus familiares
debido a que la profanación de la castidad de la mujer es considerada como
una ofensa al honor de la familia. El Fondo de Población de las Naciones
Unidas (UNFPA) calcula que la cifra anual mundial, de mujeres víctimas de
lo que se denominan ““homicidios por motivos de honor”” puede llegar a
5.000.
- Muchas mujeres se enfrentan a múltiples formas de
discriminación y a riesgos cada vez mayores de violencia. En Canadá, la
probabilidad de las mujeres indígenas de morir como resultado de la
violencia, es cinco veces mayor que la de otras mujeres de la misma edad.
En Europa, Norteamérica y Australia, más de la mitad de las mujeres
discapacitadas ha experimentado abuso físico, de frente a una tercera
parte de mujeres no discapacitadas.
- Las mujeres sufren acoso sexual en todas las
épocas de su vida. Entre un 40% y un 50% de mujeres en la Unión Europea
reportaron alguna forma de acoso sexual en el lugar de trabajo. En Malawi,
el 50% de las colegialas reportaron acoso sexual en la escuela.
- Las mujeres jóvenes son particularmente
vulnerables a las relaciones sexuales bajo coerción y cada vez más se
infectan con el VIH/SIDA. Más de la mitad de los nuevos casos de
infecciones por VIH en todo el mundo ocurren entre jóvenes de 15 a 24 años
y más del 60% de los jóvenes seropositivos en este grupo de edad son
mujeres. En muchos conflictos, la infección planeada e intencionada de
mujeres con el VIH ha sido una herramienta de la guerra, a menudo
enfrentando un grupo étnico contra otro, como ocurrió durante el genocidio
en Rwanda en 1994.
- La violencia contra mujeres detenidas por la
policía es común y abarca casos de violencia sexual, prácticas
inapropiadas de vigilancia, registros al desnudo realizados por hombres, y
la exigencia de actos sexuales a cambio de privilegios o necesidades
básicas.
- El infanticidio femenino, la selección prenatal
del sexo y el abandono sistemático de las niñas son prácticas
generalizadas en Asia meridional y oriental, Norte de África y el Oriente
Medio.
COSTOS Y CONSECUENCIA
- Los costos de la violencia contra la mujer son
sumamente altos, y comprenden, entre otros, los costos directos de los
servicios para el tratamiento y apoyo a las mujeres maltratadas y sus
hijos y para enjuiciar a los ofensores. Los costos indirectos, por otra
parte, están relacionados con la pérdida de empleo y productividad y lo
que representan en dolor y sufrimiento humano.
- El costo de la violencia doméstica entre parejas
solamente en los Estados Unidos sobrepasa los 5.800 millones de dólares al
año. De ellos, 4.100 millones de dólares en servicios directos médicos y
de atención médica, en tanto que la pérdida de la productividad representa
cerca de 1.800 millones de dólares.
- En Canadá, un estudio realizado en 1995 estimó
los costos directos anuales de la violencia contra la mujer en 684 millones
de dólares canadienses para su sistema de justicia penal, 187 millones
para la policía y 294 millones para el costo de asesoría psicológica y
capacitación, todo lo cual representa más de 1.000 millones al año. De
otra parte, un estudio de 2004 en el Reino Unido estimó el total de los
costos directos e indirectos de la violencia doméstica, incluidos el dolor
y el sufrimiento, en 23.000 millones de libras esterlinas al año ó 440
libras por persona.
- Uno de los efectos del abuso sexual es la fístula
traumática ginecológica: una lesión que resulta del desgarre severo de los
tejido vaginales y que deja a la mujer incontinente y socialmente
indeseable. La mayoría de los informes de fístula provienen de la
República Democrática del Congo. Se cree que decenas de miles de mujeres
en la República Democrática del Congo han sufrido violencia sexual desde
los inicios del conflicto armado. La lesión se ha hecho tan común que los
médicos ya lo registran como “delito de combate”, según el Fondo de
Población de las Naciones Unidas.
- La preponderancia de la violencia y del VIH/SIDA
se interrelacionan. La inhabilidad de las mujeres para sortear prácticas
sexuales sin riesgo y de rechazar el sexo no deseado está estrechamente
relacionada con el alto índice del VIH/SIDA. El sexo no deseado resulta en
un riesgo mayor de excoriación y sangrado y facilita la transmisión del
virus. Las mujeres que son golpeadas por sus parejas tienen una
probabilidad 48% mayor de infectarse con el VIH/SIDA.
Fuente: Publicado por el Departamento de
Información Pública de las Naciones Unidas – DPI/2498 -- Febrero de 2008. http://www.un.org/spanish/events/women/violence/2008/factsheet.shtml
Enlaces: http://lamula.pe/2010/03/09/las-estadisticas-de-violencia-contra-la-mujer-son-escandalosas/ingridsoria/
Estudio
para la Defensa de los Derechos de la Mujer – 20 años. http://lib.ohchr.org/HRBodies/UPR/Documents/Session2/PE/CLADEM_PER_UPR_S2_2008anx_Asesinatodemujeresporrazonesmachistas.pdf
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